Semana "Santa"

Semana Santa…
ese carnaval dónde debotos católicos sacan del armario sus mejores galas, y se dejan llevar por el olor a incienso y el fervor de los penitentes, que sufren gustosos el peso de un paso a sus espaldas y se disfrazan con unas túnicas y unas capuchas de las que muchas personas de color querrán huir al recordar con temor a lo que sus antepasados llamaban en ku kux klan.
Sevilla se viste de gala, sus balcones rojos, sus sillas por todas partes, y el falserio de una religión a costa de la cantidad de millones que se recaudan por el turismo y por el salto de la gente a la calle.
Ahora en la Semana Santa, no se celebra que Jesús, en el supuesto de que existiera, diera su vida por nosotros y luego fuera capaz de resucitar. Se celebra el poder de la Iglesia, su soberanía en el mundo y nos hace ver con sus ostentosas procesiones que es una religión para todos.
¿Para todos? si fuera para todos, la virgen iría con un trapo, descalza, andando ella sola por la calle, rodeada de misería, y gritando desconsolada que ella no quiere mantos, ni gente que sujete el peso de un carísimo paso.
Si fuera de todos, el cristo arrastraría la cruz por cada rincón del mundo, pidiéndole a sus feligreses que no malgastaran el dinero y el esfuerzo en una semana. Pediría que todo el mundo dejara de darse golpecitos en el pecho, proclamándose el más cristiano, y se comportara mejor con los que le rodean todo el año; que ese dinero malgastado, estuviera repartido por todo el mundo, llegara a cada casa, a cada mano, a cada pobre, y suplicaría arrodillado que tuvieramos piedad por nosotros mismos, que en lugar de mirarnos el ombligo, profundizaramos en el corazón, para descubrir que la fe no está sólo dentro de la iglesia, sino que se encuentra en cada acto de bondad que realizamos, en cada pensamiento positivo hacia los demás…
esto, en todo caso, debería ser una religión digna de celebrar, y no lo que hace la gente en una semana, deberiamos llorar por nosotros, no porque llueva.

22/03/08