domingo, 7 de junio de 2009

Hoy voy a gritarle al viento

Hoy voy a gritarle al viento o quizás, mejor, lo haga en forma de susurro.
Si, voy a susurrarle al viento, para que lleve mi palabra a todos los rincones del mundo, para poder transmitirle a alguien la esperanza de que, tras la tempestad, llega la calma.

Quiero compartir lo que he aprendido, después de mucho tiempo perdida, de no encontrar más que unas manos vacías, y un corazón roto… de creer que mi dolor no tenía limites, de sentirme una niña vulnerable e insegura que no encontraba aliento ni sentido en nada de lo que hacía. Durante años me he preguntado si me merecía lo que estaba viviendo, si yo era una persona tan dañina, que estaba pagando por algo que ni mi subconsciente había advertido. Y ahora, ahora lo entiendo todo. Todo lo que me han ido pasando ha hecho que creciera en mí una mujer, que se seguirá negando a crecer, al igual que Peter Pan… pero ahora sé que no tiene porqué ser perjudicial, quiero seguir viviendo, siempre hacía adelante, pero sin perder mi inocencia, sin permitir que nadie me la arrebate…

Es curioso como al final, todo tiene sentido. En mi caso, haber tenido ya, sin duda, la peor relación de mi vida, me ha ayudado a elegir mejor, a seleccionar las cosas que me gustan, a decidir a qué me puedo adaptar por una persona, y que no tengo porqué aguantar, por el hecho de ser mujer. Después de años sintiéndome poco menos que nada, he aprendido a valorarme. Y algo fundamental que viene con eso, el saber que todo pasa, que lo importante de verdad cuando algo se termina, es que tú sigues ahí, que tu vida va a encontrar nuevas ilusiones por las que luchar, nuevas experiencias con las que vivir, nuevos amores con los que sentir, siempre algo diferente, seguramente mejor…

Hoy, que hace más o menos dos años que volví a renacer, que decidí que ya estaba bien de dejar mi vida en manos de quién no la valoraba en absoluto… Hoy, que aún sigo dando pasitos pequeños hacia mi autonomía, que los resquicios que quedan de aquél dolor no son más que los peldaños que me suben hacía la persona que quiero llegar a ser, en la que me estoy convirtiendo, la que me gusta porque ahora entiendo, que durante todos esos años una fuerza que yo no veía me ha estado manteniendo a flote… Hoy quiero susurrar, o mejor gritar, que me siento viva, que no importa todo lo que me ha pasado, porque ahora soy feliz, y he sabido aprender de cada palo, de cada mal rato vivido, de cada sueño roto…

(Con esto, no quiero ni mucho menos decir, que haya que ser sufridor/a consentid@, pero sí has sufrido, sácale provecho. Todo ocurre por una razón, aunque a veces el dolor sea tan grande que no podamos entenderlo. A mí me hubiera gustado aprender de otra manera, no haber tenido que pasar por algunas de las situaciones que he vivido… pero a pesar de todo sigo aquí, viva, entera y feliz!)

02/03/09

No hay comentarios:

Publicar un comentario