viernes, 25 de septiembre de 2009

P.D. No soy un muñeco roto


“La poesía no es de quien la escribe,

sino de quien la necesita”


Hace poco un amigo me dijo: he leído tu blog y eres un muñeco roto.

Así que me he visto en la obligación de matizar esta cuestión antes de que, alguno de los que me leáis, creáis que soy una niña oscura que acabará cortándose las venas.

Esta soy yo, lo que he escrito, pero también mucho más. Hay gente que escribe cosas realmente positivas, tanto que contagian a las personas que lo leen. Pero, si comparamos todas las expresiones del mundo, de todos los poetas, escritores, cantautores, artistas... ¿cuántos textos encontraremos alegres y cuántos melancólicos? (dios me libre de compararme con alguien de los anteriormente citados)

Mi vida, como la de la mayoría, tiene momentos muy felices y otros tantos tristes. Pero los felices los paso en la calle, celebrándolos con la gente a la que quiero, o conmigo misma, riéndome y disfrutando del brillo que me sale en la mirada cuando me siento alegre y recupero a mi niña interior, del dolor en la mandíbula cuando no aguanto más la risa, de las resacas después de una noche en la que sólo salí a pasear y me dieron las siete de la mañana... Y esos ratitos son tan difíciles de explicar, como un atardecer al que le haces una foto porque te parece precioso pero no se consigue inmortalizar la magia del momento, que sólo queda una cosa por hacer: vivirlos.

Sin embargo, cuando uno está triste, cuando le invade la melancolía, cuando un sentimiento le aflige hasta desgarrarle el corazón y se siente desdichado… en esos instantes no tiene ganas ni fuerzas de hablar con nadie, pero sí la necesidad de expresarse y de encontrar un punto de inflexión en el que encontrarse a sí mismo y quizás un poco de consuelo en los demás... Y en ese tiempo, lo único que te alivia medianamente es coger tu lápiz y tu papel (o en nuestra versión actual, el portátil) y hartarte de escribir hasta que esa tristeza te sangre por los ojos y por los dedos…

Cuando yo estoy preocupada por algo, mi cabeza da más vueltas que una noria y, al igual que ésta, se convierte en un círculo vicioso del que no sé cómo salir. Para mí, escribir sobre las cosas tristes que me pasan significa vomitar mis ideas, pensamientos y sentimientos y darles forma hasta que consigo entenderme a mí misma, comprender mi dolor y abrazarlo para que lo pueda superar. De nada me serviría taparme los ojos ante mi sufrimiento y ponerme a otra cosa, porque para ser feliz tengo que aprender que es lo que me pone triste.

¿Qué por qué lo comparto? Porque me ayuda a explicar partes de lo que soy, esas que la gente no ve normalmente por ese caparazón en el que todos nos escondemos por miedo a que nos hagan daño; porque hace que me libere de mis ahogos al compartirlos con alguien que, de pronto, puede sentirse identificado; porque en ocasiones de algo totalmente demoledor salen palabras que llegan al corazón de otras personas; porque me he callado algo durante mucho tiempo y de pronto tengo la necesidad de explotar de alguna manera, de echar fuera sentimientos que me duelen de tal manera que no puedo soportar quedármelos para mí misma; porque a veces a quien se lo quiero decir, no me quiere/puede escuchar; y porque estoy viva para todo, para lo bueno y para lo malo…

Y dicho esto, escribo porque tengo inquietudes, penas, alegrías, sueños y preocupaciones que me gusta compartir, para sentirme menos sola y un poco más comprendida. Y cuando no escribo, que es la mayoría del tiempo, intento disfrutar y saborear la vida.

P.D. Todos somos muñecos de corazón remendado, y quien no lo sea, es que aún no ha vivido lo suficiente…

3 comentarios:

  1. Jejeje, resuena de nuevo la pregunta ¿por qué sólo escribimos cuando no estamos felices? o más bien, ¿por qué es tan fructífera la congoja?

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  2. definitivamente la tristesa es una gran fuente de inspiraciòn
    =D

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  3. porque la felicidad no se piensa, se vive, se revuelve contenta por cada poro de la piel. Y la tristeza se sufre, se agarra en las entrañas y hay que hacerla salir para no acabar explotando...

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